Chipras acuerda con los aventureros permanecer en el lago, desde donde tienen acceso a una Garganta hacia Huecomundo, brindándoles una salida rápida en caso de un ataque en la Corteza. El ecléctico artesano está interesado en mejorar la polilla (adquirida en la aventura 6) para hacer posible el transporte aéreo sobre la Corteza. Además, asegura a los aventureros que implementará un sistema para cultivar liquen telúrico en el laboratorio habilitado en la polilla para tal fin.
Los aventureros, utilizando monturas, emprenden una travesía de varios días hacia Karia, una polis perteneciente a la hexápolis dórica de la que Halicarnaso forma parte y en la que veneran al prodigio de Atenea. Recordatorio: Halicarnaso es la polis nómada del cocodrilo titán.
Al acercarse a Karia, el paisaje es muy diferente al que esperaban, algo había cambiado: un clima tormentoso, con truenos resonando entre las nubes, se cebaba sobre la ciudad. Las monturas se muestran reacias a continuar; algo les infunde miedo. Un hedor a muerte las alerta. Donde debería estar Karia hay un cráter, y siete descomunales pilares elevando la ciudad, sí elevnnádola, soportando su peso desde los cimientos. Notan un aura opresora sobre la ciudad y, abajo, alrededor de los pilares, advierten extraños remolinos. Advierten que en la ciudad aún quedan personas, se las escucha, y hay unas sombras que, una vez los pjs están más cerca, confirman que son ghouls: necrófagos que están carroñeando los cadáveres que caen desde la ciudad.
Cuando Lilla y Nithza se aproximan sigilosamente a la ciudad, utilizando un prodigio de invisibilidad, observan de cerca cómo los pilares comienzan a engrosar su diámetro y la ciudad empieza a descender, hundiéndose bastante por debajo del nivel de la superficie. Ambas aventureras se internan en la ciudad y experimentan con sus sentidos el resultado de un asedio brutal. Se enfrentan a una criatura vaporosa para salvar a un par de medianos que cuidaban de dos niños. Los rescatados se muestran muy agradecidos y relatan el repentino asedio que han sufrido: primero ocurrieron las tormentas, luego los temblores de tierra, el terremoto provocado por la elevación de la ciudad y la posterior aparición de las criaturas de la horda del Patriarca Ceniciento, que comenzaron a canibalizar y mutilar a los habitantes de Karia.
A lo lejos, divisan la figura de una extraña criatura que permanece atenta, observando todo lo que ocurre en la ciudad. Se trata de una gárgola con forma de murciélago antropomórfico, que luego emprende el vuelo y desaparece. Al cabo de un tiempo, aparecen en el cielo unas constelaciones que proyectan coordenadas en la tierra, y se aprecia el reflejo de una ciudad... ¡Ateneápolis!
Se acercan a Ateneapolis y encuentran a un felínido que parece estar esperándolos; les coloca unas pulseras que permiten su entrada en Ateneápolis.
Ateneápolis es una metrópolis descomunal, cosmopolita y bastante militarizada. A pesar de su ubicación cambiante y su falta de raíces en un terreno fijo, se ha convertido en un punto de encuentro para incontables razas y mercancías. Podemos afirmar que es la primera y más orgullosa de todas las ciudades nacidas tras el fin de la Titanomaquia.
Su crecimiento a lo largo de los siglos ha ocurrido de manera organizada y cuidadosa, hasta la aparición del ejército del Inframundo liderado por el Patriarca Ceniciento. A partir de ese momento, surgieron nuevos barrios con la llegada de refugiados, presentando una distribución más irregular y variopinta.
Las nueve torres de Ateneápolis dibujan la constelación de Atenea sobre la Corteza, replicando la distribución que puede observarse en una noche oscura.
La Torre de Atenea: Es el distrito más importante de la ciudad y también el más pequeño. Es un lugar majestuoso donde residen los más ricos o poderosos (políticamente hablando) de la ciudad. En la cima de la torre se encuentra el Templo de Atenea, la construcción más grande de la ciudad, cuya cúspide puede verse desde todas las calles. A lo largo de los pisos inferiores de la torre se distribuyen las residencias y otros lugares de interés.
La recepción con Atenea resulta ser más tensa de lo esperado; los aventureros se sienten amenazados y, de hecho, comprueban que el poder de los Guardianes Dorados se mueve en una escala que escapa a su comprensión sobre los prodigios. Atenea despacha rápidamente a diversos poderes de la ciudad presentes en la recepción, y no logran asilo permanente en Ateneápolis, principalmente por lo que parece ser una disparidad de juicio irreconciliable: cómo usar la chispa de prodigios, en concreto la de Artemisa.
Al salir de Ateneápolis, capturan a un búho metálico que les ha estado siguiendo. Deciden entonces armonizar con Artemisa; tienen dudas y buscan su conocimiento y guía.
*INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE ATENEÁPOLIS: DETALLE DE LA TORRE DE ATENEÁPOLIS
1. La Llama Imperecedera: A los pies del templo se erige un enorme pebetero de roca dorada, cuya llama arde eternamente desde hace siglos. Esta llama, nunca extinguida, es símbolo de la resistencia y valor de la ciudad. En ese fuego fue consumido el cuerpo del primer Guardián Dorado de Ateneápolis, Perseo, y en él han sido cremados cientos de miles de orgullosos guardianes, siempre caídos en la defensa de la ciudad.
2. El Zoco Dorado: El mercado más lujoso de la ciudad, donde los mercaderes presentan sus bienes y servicios en establecimientos dispuestos alrededor de la torre a una altura media, justo encima de las residencias. La entrada al zoco se paga con 1 moneda de oro, con el objetivo de dejar pasar solo a los verdaderos interesados, y se utiliza para mantener unos pocos guardias privados. Los clanes enanos que se rigen por las normas de comercio justo están a cargo, y aquellos que no las cumplen no son bienvenidos en el zoco.
3. La Casa de Subastas de Material Estelar: Unas amplias escaleras de piedra ascienden hasta el vestíbulo de este majestuoso edificio, decorado con estatuas de mármol en honor a numerosos prodigios. Es un templo dedicado a la economía que siempre alberga a innumerables mercaderes. En él se organizan subastas de material estelar por parte de los representantes del gobierno de Ateneápolis, donde los asistentes pujan por comprar trozos vírgenes o artefactos ya manufacturados o forjados. Posee un amplio registro en despachos y es un lugar fuertemente vigilado donde, a cualquier hora, se puede cerrar un trato.
4. El Museo Basílico de la Orden de los Guardianes: En la base de la Torre de Atenea se encuentra una enorme basílica de piedra de cantera dedicada a los fundadores de la ciudad. En su entrada se levanta una estatua de bronce de tres metros de altura de Atenea, portando con severidad su coraza y su escudo. Con una planta hexagonal y una gran vidriera de cristales tintados, el interior está sembrado de espacios que ilustran, en tapices y esculturas, la historia y las leyendas que han forjado el carácter de la Orden.
5. La Bóveda Ateniense: Ubicada en los sótanos de la Torre de Atenea, su acceso está reservado exclusivamente para los miembros de rango Plata y Oro de la Orden de los Guardianes. La bóveda es donde se almacenan las armas y artefactos mágicos, muchas de ellas reliquias de miembros ya fallecidos. Es un equipo especial que puede usarse en situaciones de emergencia.
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