Crónicas.- Aventura 1

Despiertan en una barca. Lo último que recuerdan es estar haciendo su guardia como patrulla fronteriza que son, perteneciente al bastión de los vientos. Tras examinar la embarcación comprueban signos y marcas sobre la misma, y parecen haber estado ofreciendo algún tipo de barrera protectora que ha debido ser desactivada por unos zarpazos. No tienen nada de su equipo, visten ropas simples que desprenden mal olor, un olor nauseabundo.

Comprobando el cielo y la flora del lugar constatan que se encuentran en otra estación, ahora es primavera, y la distancia y los anillos del firmamento tienen unos brillos y posiciones que no concuerdan con sus recuerdos. Deciden ir rio abajo hacia un asentamiento gnomo, por el camino se topan con un enano cuyo globo aerostático ha impactado contra unas copas de árboles. Gracias al enano se enteran de que su cuartel militar, el bastión de los vientos, lleva 50 años abandonado y que una horda de no muertos se acerca al bastión muelehuesos, "nunca han estado tan cerca de los vivos" determina el grupo. 

Hacen noche en una colina solitaria que domina la planicie que la rodea. La conocen con el nombre de "el cerro de las tormentas" y era un refugio de descanso, pero ahora sólo quedan unas pocas ruinas y alguna pared en pie del barracón donde las patrullas como ellos reponían energías. El lugar resulta ser epicentro de un torbellino espectral y un espectro errante trata de hacerse con sus cuerpos pero no lo logra.

Avanzan por la vega encharcada. A menudo el río suele desbordarse y cubre una planicie de ricos sedimentos de turba. Una extensa marisma de aguas marrones, afilados juncos y tuberas abarcan varios kilómetros entre el río y el bastión de los vientos. Grupos de árboles achaparrados y matorrales retorcidos emergen de la tierra pantanosa. Cenicientas nubes se arrecian sobre el cenagal, la lluvia repiquetea sobre el fango y los relámpagos rompen el cielo constantemente.

Llegando a la aldea gnoma comprueban que está abandonada. No dan con ningún habitante aunque han de librarse de unas arpías que les atacan desde el cielo lanzándoles grandes rocas. Nithza comprueba mediante una autopsia que las arpías no han sufrido ningún tipo de corrupción o malformación de su naturaleza. Encuentran una ocarina que parece ser un instrumento de comunicación con un extraño bisonte de la vega, de manera que el animal entiende órdenes a través de las melodías, gracias a unas partituras saben como indicarle las siguientes: Rastrear, Defiende, Protege y Huye.

En los escasos momentos que la tormenta amaina reina un fantasmagórico silencio; no se oyen cantos de pájaros, tan solo el zumbido monótono de los enjambres de voraces mosquitos que revolotean la ciénaga.

Generalidades de la ambientación

 Sobre los NO MUERTOS:

Durante la era de los prodigios el mundo ha sido testigo de la aparición de no muertos. De vez en cuando, quienes fueron enterrados junto a comandantes espectrales (provenientes del inframundo) o a una reliquia de mucho poder, se levantan para convertirse en caminantes espectrales. Existen rumores de que poderosos juramentos de sangre y el uso de la alquimia podrían dar lugar a caminantes espectrales. Y, por supuesto, también se cuentan historias alrededor de la hoguera sobre muertos vengativos que vendieron su cuerpo a cambio de devorar a quienes los habían agraviado.

Y entonces llegó el patriarca ceniciento. Una temible figura tiznada capaz de crear no muertos y enviarlos a la batalla en cantidades nunca vistas. El ejército de no muertos es una fuerza insólita que desafía todas las reglas del mundo mortal. Los comandantes espectrales portan armaduras sapuris, imbuidas en un basto poder gracias al patriarca ceniciento. Hay quienes consideran a los comandante como avatares de fuerzas primordiales corrompidas, cuyas voluntades han sido quebradas por el patriarca ceniciento.

Sobre la CORRUPCIÓN y las MUTACIONES:

Los ejércitos del inframundo contagian corrupción. Puede ser a través de la bilis de un escupidor o mediante la mordedura de un rabioso, pero no es necesario que se produzca un ataque, también puede ocurrir que por medio de la exposición a la radiación que emiten... básicamente es que transmiten la esencia antinatural propia del inframundo. Objetos manufacturados como los relicarios fabricados de material estelar ayudan a resistir. Aunque bien es cierto que tienen un aguante limitado, un uso limitado. 

La cantidad de corrupción que podemos soportar antes de sufrir una mutación viene determinada por el linaje.

Sobre realizar PRODIGIOS y el LIQUEN DESTILADO:

Una gran lluvia de meteoritos impactó en los fondos marinos, las rocas de esos meteoritos emitían radiaciones y propiedades que transmitieron al sedimento y a la fauna y flora microbiológica. Con el paso de las edades, distintas especies comenzaron a interaccionar con estas mutaciones. Por eso aseguramos que la magia surgió del mar, concretamente de un liquen, es decir, de la simbiosis entre un hongo y un alga. El liquen refinado tiene propiedades que nos permiten fabricar hechizos, en la superficie se cultiva y se refina mediante alquimia.

Los humanos descubrieron el liquen y sus efectos. Mientras que los enanos de Yamiel fueron los que forjaron objetos con materiales de los meteoritos.

Se necesita al menos rango 1 en la habilidad de “Prodigios” para poder insuflar voluntad al liquen destilado. Los personajes que usen la habilidad Prodigios se verán enormemente beneficiados por el gasto en rangos de la Característica asociada. Existen otros requisitos para poder “usar magia”, el usuario debe realizar una maniobra para inocularse una dosis de liquen, como consecuencia pierde 2 puntos de Tensión. 

No usamos listas de hechizos, disponemos de un sistema de magia abierto que consiste en explicar tu hechizo, lo etiquetamos según  el objetivo y funcionamiento del hechizo gracias a unas tablas. La consecuencia de tomarse liquen destilado es que el personaje sufre tensión.

Sobre ARMONIZAR y los TORBELLINOS ESPECTRALES:

Las conciencias más intensas de los caídos susurran desde donde estén a través de las grietas de lo inmaterial. Nosotros los llamamos “los Otros” y aquellos que eligen escuchar sus susurros mediante la armonización aprenden cómo manipular electroplasma y cómo comunicarse por vías esotéricas.

Armonizar es abrir tu mente a un torbellino espectral y canalizar la energía electroplasmática cercana a través de tu cuerpo.  El “torbellino espectral” es una suerte de energía, que podemos encontrar contenida dentro de una reliquia o bien manifestándose en cualquier parte fruto de una acumulación espontánea por coincidencia de muchos sucesos. Los ecos de esos sucesos ocurridos en el pasado reciente se encuentran aglutinados en el vórtice de estos torbellinos, fruto de las conciencias de los caídos, cuyas existencias aún “permanecen parcialmente” en los torbellinos.

Por esto, el torbellino espectral es un elemento peligroso y extraño que siempre debe parecernos extraño e indómito, porque armonizar te sintoniza con una fuente de energía crepitante que puede desbocarse fácilmente.

Se necesita al menos rango 1 en la habilidad de “Armonizar” para poder conectarse al torbellino espectral más cercano. Los personajes que usen la habilidad Armonizar se verán enormemente beneficiados por el gasto en rangos de la Característica asociada. Existen otros requisitos para poder “hacer susurros”, el usuario debe realizar una maniobra para realizar un rito de sangre, como consecuencia sufre 1 herida.

Sobre los ESPECTROS ERRANTES y los GUARDIANES

Los espectros errantes son una concentración de vapor electroplasmático que puede interactuar débilmente con el mundo físico y viceversa. Enfrían el área a su alrededor. si logran superar una tirada enfrentada de armonizar contra algún visitante a su torbellino espectral pueden tomar el control del cuerpo vivo. Poseer un Cascarón o una masa que haya sido preparada ritualmente le permite a un espectro errante una forma fácil e indefinida para interactuar con el mundo físico.

Los espectros errantes son un azote. Los Guardianes se encargan de perseguirlos mientras que Susurrantes y Sectarios los usan como sirvientes, muy codiciados por cierto.