Nitza investiga el búho mecánico y descubre que alberga una pequeña reliquia espectral cómo motor la cuál se comunica con otra reliquia siamesa. Le hablan e intentan comunicarse a través del búho sospechando que éste ha sido enviado por espías de Ateneápolis, pero la voz emitida por el búho se identifica diciendo "somos el Fulcrum". Lila sospecha y pide a Uldrick que armonice para localizar la otra reliquia siamesa pero no la localiza, mientras continúan hablando con el fulcrum estos confirman que la Athenea que han conocido es una usurpadora y que sus prodigios no son propios de la Athenea real, y desvelan que persiguen desenmascarar a la usurpadora mediante un golpe de estado.
Lila usa una chispa de prodigio de Atenea y la coloca en el buscador, que comienza a señalarles hacia dónde hay mayor concentración del mismo tipo de prodigio, y seguramente sea, dónde se encuentre la mayor parte de la consciencia de la auténtica Athenea. Y el buscador señala Ateneápolis. Nitza altera el búho para desactivarlo, y poderlo activar cuando ella quiera, y lo mantiene custodiado en su cinturón. Antes, el fulcrum pide a los aventureros que introduzcan la reliquia espectral del buho en Halicarnaso pinzando la red de comunicación de la hexápolis dórica, afirmando que les ayudarán en el futuro.
Continúan su viaje montando a los galopadores, poniendo rumbo a Halicarnaso. En el viaje se encuentran con unos árboles Butsets, cuyas raíces son un anestésico muy eficaz, si bien es peligroso tomarlo en grandes cantidades es un elemento común en muchos "botiquines". Alguien bajo los efectos de la especia butsets pierde sensibilidad física y emocional, casi no siente dolor al ser herido.
* Un personaje afectado por una o más dosis de la especie Butsets aumenta su umbral de heridas en hasta el final del encuentro. Sin embargo también añade +20 a todos los resultados de herida crítica que sufra antes del final del encuentro. Es una sustancia de rareza 6, y suele costar unos 200 cada dosis.
El campo de especie tiene una fauna peligrosa alrededor. Los recolectores SURIMALVAS acuden sigilosamente para no llamar la atención de los territoriales PIEDRACRUSTÁCEO.
Cuando llegan a Halicarnaso se encuentran con los preparativos del funeral por el tenebroso final de Karia. El objetivo de los aventureros en Halicarnaso es convencerlos de "devolver" las chispas de Artemisa en contra de lo que dictan las indicaciones actuales de Ateneápolis, pero se niegan, aunque se enteran de que en Halicarnaso se organiza, por medio de la cofradía de cazadores, una exhibición académica en la casa cultura de la embajada de Ateneápolis de Halicarnaso. El objetivo principal es enseñar los puntos débiles de las facciones del ejército con una exposición de tapices históricos. Y ven en esta exhibición académica la oportunidad para adentrarse en la embajada.
Extracto del discurso público en la plaza principal de Halicarnaso:
De todos es ya conocido, se ha extendido el trágico destino de Karia. Una ciudad-estado integrante de las hexápolis dórica cuyos señores de la guerra habían combatido de forma incesante por la supremacía militar ateniense, frente al avance del ejército del inframundo.
Hoy recordamos a la sociedad de Karia. Una sociedad que estaba estrictamente dividida en castas impermeables e inmutables, encuadrándose en la cúspide de dicha jerarquía la casta de soldados, unos guerreros que vivían asalariados por la nobleza de la ciudad. La relación entre un señor y su soldado no se podía entender como la de un mercenario con su pagador, ya que era habitual que una familia de soldados sirviera a un mismo clan durante generaciones.
Así mismo, el correcto soldado debía regirse por un código de conducta no escrito que anteponía el servicio a su señor y el deber a su palabra a su propia vida.
No obstante, el papel de estos soldados en la sociedad iba más allá del ámbito familiar: coparon todos los puestos de responsabilidad e impusieron al conjunto de la población su sistema de valores (sumisión ante el superior, discreción, consagración a las obligaciones) de modo que se convirtieron en el principal aglutinante social y factor de orden.
Tengamos en cuenta que esta ciudad-estado no existía un ordenamiento jurídico basado en normas escritas, como en otras ciudades-estado “romanizadas” como Halicarnaso, por esto era la casta guerrera la que se encargaba de impartir justicia e imponer la paz en el día a día, siempre en base a su rígido código de conducta....
En la embajada mediante los tapices pueden ojear e identificar las diferentes facciones del ejercito del inframundo:
- Gárgola: forma "vampiresca", poder es crear criaturas únicas.
- Driada: se mueven en pantanos, aspectos de ninfas tenebrosas, poder Putrefacción.
- Basilisco: transforma a los vivos en ghouls.
- Gorgona: petrifica.
- Grifo: No han pisado La Corteza, en Ateneápolis no se conoce su poder.
- Cíclope: crea sangre breada.
- Garuda: convoca bestias del inframundo.
- Esfinge: "nosotros" su poder es la transformación en animales.
- Gusanos: controla mediante parásitos gusanos, es un marionetista
OFFPARTY
- PIRATERÍA Y USOS DE LAS RELIQUIAS ESPECTRALES: éste nuevo enfoque sobre estos elementos del juego merece su propia entrada a parte: aquí.
- LOS SURIMALVAS: Son una especie de mamíferos diminutos a priori inofensivos. Viajan en grandes manadas de hasta cien individuos, alimentándose de líquenes y musgo en sus migraciones, rara vez beben agua en cantidades significativas, puesto que extraen toda la humedad que necesitan de lo que consumen. Suelen ser cazados a menudo por su piel, que se curte para conseguir cuero flexible cada vez más popular (una piel en buen estado alcanza los 1000 y una rareza 6). Como resultado, muchos de los rebaños de Surimalvas se han agotado por la caza excesiva.
-LOS PIEDRACRUSTÁCEOS: Crustáceos omnívoros de enorme tamaño que suelen permanecer inmóviles, se asemejan a enormes piedras erosionadas. pero ante una presa reaccionan al instante arremetiendo con antenas en forma de látigo y garras capaces de partir barras de hierro. Estos depredadores son prácticamente inmunes a las armas personales y pueden representar una destructiva fuerza de la naturaleza. Se cuentan historias de caravanas enteras de misioneros diezmados por un solo piedracrustáceo. Por suerte son criaturas solitarias y rar vez trabajan juntas.